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Narrador: En las familias hay todo tipo de personas. Tal vez tienes una tía chistosa o una abuela aventurera o un primo que es el “alma de la fiesta” en las reuniones familiares. Pero lo que en realidad hace especial a una familia no es solo el grupo de personas que están emparentadas por sangre y matrimonio – es la alegría y la belleza de vivir juntos.
Las familias pueden ser muy distintas. Algunas son grandes y viven muy cerca entre ellas. Otras son pequeñas y viven lejos de sus parientes. Otras tienen muchos hermanos. Algunas tienen muchas tías y tíos, y algunas tienen bisabuelos viviendo con sus hijos y nietos.
Las grandes familias fueron lo normal para la mayoría de la historia humana. La idea de una ‘familia nuclear’ es relativamente nueva en términos de nuestra historia. La familia nuclear no tiene nada que ver con bombas atómicas. Este término se refiere a una casa con un padre, madre y sus hijos viviendo en una sola casa.
En muchas civilizaciones agrarias, las familias granjeaban y tenían un oficio familiar. Pero también comunicaban y aprendían de la ‘unidad’ de su familia extendida. Esto sería una familia que incluye abuelos, primos y tías viviendo en una sola ‘unidad’.
En la era Victoriana, la familia extensa llegó a su máxima expresión, antes de que la revolución industrial causara un cambio drástico en el enfoque y la composición de las familias.
La revolución industrial cambió completamente el trabajo, y exigió que más y más familias pasaran tiempo lejos de casa en fábricas y oficinas. Para la década de los años 60s, en Estados Unidos la familia nuclear era lo más común.
Entonces, ¿cual es mejor? ¿La familia extensa o la familia nuclear? David Brooks, en un artículo llamado “La Familia Nuclear fue un error”, sin esconder para nada cómo se siente al respecto, dice que las familias nucleares están lentamente desmoronándose por la misma razón por la que se volvieron tan frecuentes.
Las familias nucleares enfatizan la individualidad y la flexibilidad. Pero también carecen del gran soporte estructural de las familias extendidas, que compartían responsabilidades y trabajaban juntas como una sola unidad social. Estas otras enfatizan la comunidad y el bien común antes que las necesidades individuales.
David Brooks también menciona un tercer tipo de familia: la familia escogida. Las familias escogidas son grupos de familias o individuos que deciden unirse para ser familias extendidas.
Una familia escogida puede tener los beneficios de tener fuertes ideales y valores en común. Mientras que en la familia ‘dada’ o en la que naces, puedes crecer, adaptarte y aprender a ser paciente con quienes vives.
El Papa Juan Pablo II dijo que la familia “es la primera y más valiosa célula de la sociedad”. ¿Pero qué tan grande debe de ser una familia?
La persona humana crece en una familia extendida que comparte sabiduría, fraternidad, comunidad y unidad. También hay beneficios en una unidad familiar que valora la individualidad y la libertad. Hay ventajas en escoger tu familia, y también hay bendiciones en aprender a amar a la familia en la que naces.
Tal vez una verdadera familia es dada y escogida. Puede ser grande y a la vez apreciar la individualidad y los lazos fuertes. Tiene responsabilidad entre sus miembros, pero también permite a sus individuos crecer. Una familia comparte valores en común. Y mientras más la familia se abre a la solidaridad y al bien común, más fuerte será el lazo familiar.
Hay muchos tipos de familias. Pero hay una familia que tiene todas estas cualidades y más. Una familia que no hace distinción de razas, generaciones y nacionalidades. Una familia unida por un lazo más fuerte que el de la sangre. Una familia de fe que brinda amor, cariño, dignidad y misericordia a todos. Tu familia y nuestra familia. La familia de Dios. La Iglesia.